Soy Mariana Soiza de San Isidro, Provincia de Buenos Aires, Argentina. En el 2016 conocí a la Dra. Vilma Tripodoro, Jefa del Servicio de Cuidados Paliativos del Instituto Lanari y comencé mi tarea como voluntaria en el Servicio. Ella me presentó al Dr. Gustavo de Simone y todo su equipo de la Fundación Pallium Latinoamericana. A través de ellos, a quienes estoy muy agradecida conocí el Programa de Comunidades Compasivas. Y comencé el “Curso Online de Formación Avanzada en Gestión de redes y comunidades compasivas« Fue una oportunidad enorme que tuve de profundizar en la Creación de Redes de Cuidados. Fue un curso muy intensivo, con mucho contenido y sobre todo lo que más me ayudó en la formación fueron las distintas actividades que se nos proponían. Yo no tenía experiencia en el armado de redes, sí en el acompañar desde los Cuidados Paliativos a personas que transitan una enfermedad avanzada ya que formo parte de un Equipo en domicilio de Cuidados Paliativos llamada Red Paliativa, sumado a pacientes particulares y el voluntariado en el Lanari que tanto me enseña.

Del curso lo primero que destaco es que me ayudó a hacer una introspección en varios aspectos de mi vida. Porque acompañar a otros en la enfermedad o a los adultos mayores nos hace volver a nosotros y mirar cómo estamos viviendo.

Lo segundo fue el tomar conciencia que junto a la atención sanitaria y social que tienen las personas, la importancia de la atención comunitaria. Esto despertó en mí pensar en lo comunitario desde un lugar distinto. Toda mi vida destiné parte de mi tiempo a lo comunitario.  Esta invitación en el curso hizo ponerme en acción con algo que por lo menos en Argentina hace falta: despertar conciencia de la necesidad que tenemos todos de cuidados. Y la necesidad que tienen aquellas personas y sus familiares frente a la realidad de la enfermedad, el cuidado de la Comunidad.

Lo tercero que me impactó fue lo importante de las redes de cuidados. El pensarme ¿Quién me va a cuidar cuando esté viviendo alguna enfermedad? En un momento del curso se nos invitó a realizar este ejercicio. Fue maravilloso poder valorar cuantos vínculos tengo, cuanta riqueza!!!! Y saber que hay personas que no tienen esas redes, o tienen escasas redes. Si yo que soy una privilegiada cómo no ponerme al servicio de quienes necesitan de estas redes de cuidados, de organización frente a la enfermedad…

Tuve el gran regalo de viajar a Sevilla en abril del 2018 donde conocí a la Directora del Programa Silvia Librada con quien trabajé todo un día en el programa y al día siguiente fuimos a visitar a un paciente con Cristina Castillo. Ahí fue cerrar lo importante que era poder traer al lugar donde nací este movimiento de Redes de Cuidados.

Por eso resalto en cuarto lugar constatar lo importante para esta gestión de redes, poder llevarlo a cabo hoy en el lugar donde nací y vivo y así comencé a formar lo que hoy es la Asociación Civil Almificar – Acariciando el Alma junto a una persona en abril del 2018. Hoy somos 20 voluntarios con distintas tareas que llevamos a cabo la misión de Almificar. Nosotros extendimos el programa también a adultos mayores por la gran necesidad de cuidado que están teniendo. Tenemos reuniones mensuales con los voluntarios de formación en la escucha, en la gestión de emociones y supervisamos los casos que vamos acompañando. Estamos trabajando en el Hospital Boulogne que pertenece a la Municipalidad de San Isidro con el apoyo de la misma a través de la Secretaria de Integración Comunitaria. También trabajamos en los domicilios acercando nuestro acompañamiento y facilitando trámites que muchas veces necesitan o traslados a las consultas de los profesionales de la salud.

Nuestro lema es que “Nadie viva la enfermedad solo, ni nadie muera en soledad”. Nuestro deseo es que almifiquemos, acariciemos cada rincón de Argentina y así nos cuidemos unos a otros. Entre muchos lo vamos a lograr.

 

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